Solo los amantes de los puzles compartimos el íntimo secreto del placer de este entretenimiento. Pero, aunque algunos no sepan decir por qué les gusta tanto, hay muchas razones científicas que lo explican.
En la infancia, el hacer puzles ayuda al desarrollo cognitivo de los bebés y niños. Mejora sus habilidades de coordinación entre la mano y el ojo, sin olvidar la capacidad de entretenerlos.
A los adolescentes les despierta la capacidad de análisis y la atención en los detalles y la lógica y el espíritu de superación, e incluso colaboración si se hace entre más de uno.
En la etapa adulta suele frenarse el desarrollo físico y mental y la mente tiende a un aletargamiento por las rutinas. Así que los puzzles son una excelente herramienta para desconectar de las duras jornadas diarias y relajarse.
Por otro lado, ya en la edad anciana los rompecabezas ayudan a que sus neuronas “hagan gimnasia” elevando al mismo tiempo la autoestima. Este hobby, además, contribuye a que los ojos permanezcan en forma, ya que son una parte esencial en el montaje de puzles y rompecabezas. Si la visión empieza a fallar, existen puzles adaptados para ello proporcionando unas piezas que por su tamaño son más aptas para gente con visibilidad reducida. De esta manera, la afición puzzlera se puede disfrutar por más años.
En Puzlemania.net queremos acompañarte en todos tus momentos y tenemos siempre ese puzle que más te conviene en cada etapa de la vida.
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Nuria PV
Redacción /Puzzlemania.net